Con el cambio de tiempo surge la necesidad, o las ganas, de dar un nuevo aire a nuestra casa, adaptando su decoración a la nueva estación y a nuestros nuevos hábitos.

Para hacer este tipo de cambios en la decoración de interiores existen dos opciones principales, y la que parece más sencilla, rápida y rentable… no lo es.

Y es que la primera opción es encargarse uno mismo de cambiar la decoración, en lugar de recurrir a un decorador de interiores experto, y eso en ciudades como Madrid en las que hay tantas posibilidades de acceder a tiendas de decoración, puede ser contraproducente. Porque encargarse uno mismo de todo el proceso de cambio de decoración supone, entre otras cosas:

• Que vas a poder definir todo a tu gusto, logrando la decoración que siempre has querido y que has visto en tantas revistas de decoración y diseño de interiores. Lamentablemente no suele ser así, ya que estos procesos suelen acabar en una fusión de estilos que por separado pueden ser maravillosos, pero que juntos… y entonces el resultado final estará muy lejos del esperado…
• Que vas a comprar los muebles y objetos de decoración que siempre has querido. Esto tampoco suele suceder, ya que la decoración de interiores en Madrid y otras grandes ciudades ofrece tantas posibilidades que no siempre vas a encontrar lo que buscas, lo que has visto en esa revista… o no sabes dónde encontrarlo y perderás días, muchos días, buscando algo que es posible que no encuentres.
• Que vas a ahorrar dinero. El no conocer a los mejores proveedores o tiendas de decoración, no tener acuerdos con ellos, y el tiempo que vas a tardar en encontrar lo que buscas… ya es de por sí un coste bastante elevado, pero si sumaos que el resultado es muy posible que no sea el deseado… las cuentas no salen.

Estos son solo tres ejemplos, reales, de situaciones que se dan cuando uno decide realizar por sí mismo un cambio profundo en la decoración de interiores.